sábado, 31 de octubre de 2015

SIN SECRETOS EN SU RELACION


Es maravilloso un matrimonio donde la unión y comunión se expresan
honestamente. El amor todo lo sabe entre el uno y el otro. Pero esa unidad que el
ser humano necesita, tiene que ser una unidad a todo nivel de la personalidad. Por
eso les decimos tantas veces a los jóvenes que no piensen que la mera emoción
que parece intimar amor es suficiente. Esa emoción que nos atrae el sexo opuesto
no quiere decir, de hecho, que va a producir un hogar feliz, ideal y maravilloso.
Como decimos, el ser humano fue hecho para unidad y comunión. Por ejemplo,
San Pablo, en Hebreos 10:24, dice: "Considerémonos los unos a los otros para
estimulamos al amor y a las buenas obras”. Al amor hay que estimularlo, el amor
no brota naturalmente. El amor del ser humano, por causa del pecado que nos ha
arruinado como raza, no es algo que surge normalmente en el matrimonio.
Millones de parejas saben muy bien que, como dicen ellos, "el amor ha muerto".
No es que ha muerto, es que han dejado ellos de estimular ese amor y esa
comunión. 1 Juan 1:67
dice así: "Si decimos que tenemos comunión con Dios, y
andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; pero si andamos en
la luz o sea, que andamos honestamente, ciertamente, sinceramente,
como Dios esta en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo su Hijo
nos limpia de todo pecado". La raza humana, por naturaleza, no es una raza
amable. Soñamos con el amor, pero practicamos muchas veces el odio, el
desprecio y la crítica. Por eso hay tanto rencor en el mundo moderno. Ahora bien,
Cristo vino al mundo para renovar esa unión y esa comunión, para hacer posible la
intimidad entre los seres humanos y, en particular, dentro del matrimonio.
 


A todo nivel

La unión y la comunión primero se experimentan con Dios. Luego, en el hogar. Por
ejemplo, se nos dice en Efesios 2:1315 que: "En Cristo, vosotros que en otro
tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo;
porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared
intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los
mandamientos expresados en ordenanzas para crear en sí mismo de los dos un
solo y nuevo hombre, haciendo la paz". Así que esta unión y comunión son
posibles. Pero escucha bien, en particular tu que eres soltero (a) y quieres casarte:
La unidad que debes buscar con esa persona del sexo opuesto debe ser a todo
nivel de la personalidad. Vayamos por partes. Primero, tiene que haber unión y
comunión espiritual. Por eso es imprescindible, como ya hemos recalcado
marcadamente, que los dos tengan a Cristo en su corazón. Porque de lo contrario
no puede haber unión y comunión espiritual. La muerte impera en el terreno
espiritual de los que no tienen a Jesucristo en el corazón como salvador personal.
En segundo lugar, esta unidad tiene que ser una unidad racional, o por decirlo de
otra manera, intelectual. Que el joven y la señorita tengan un desarrollo similar, y
experiencias similares, en el terreno intelectual. Muy a menudo, en el fervor de la
juventud, un estudiante de medicina se pone de novio con una señorita de muy
poca educación, que no terminó su escuela secundaria. Cuando el joven se
gradúa de doctor y es médico y se mueve en los círculos médicos y a su joven
esposa le falta cultura, le falta educación, desarrollo y estudio, comienzan las
tensiones, luchas y pruebas. Porque el médico se siente avergonzado de
presentar a una esposa poco educada ante sus colegas, y comienzan las luchas.
Hay millones de familias divorciadas porque se van olvidado de que tiene que
haber cierta unidad a nivel intelectual. Luego, en tercer lugar, cuando pienses en
tu futuro consorte, ten muy en cuenta que esta unión del matrimonio, esta
comunión matrimonial que va a venir el día que te cases, tiene también que ser a
nivel social. Tiene que haber cierto roce similar en el aspecto social, en las
costumbres, entre ambos. Por supuesto que es posible desarrollar estas
costumbres, pero los dos tienen que tener en cuenta que si uno viene de una
clase social rica, y el otro fue criado en condiciones sociales muy humildes, es
muy probable que haya tremendas pruebas, tensiones y luchas. Yo lo he visto, por
eso te lo estoy advirtiendo. Lo he visto y han venido a pedirme consejo centenares
de parejas sinceras, bien intencionadas, con ambiciones muy nobles, y hasta
cristianos, pero que tienen tremendas luchas porque en el aspecto social no había
similitud, no había unidad. En cuarto lugar, tiene que haber unidad a nivel
emocional, en el grado de madurez mutua. Por eso no debe haber demasiada
diferencia de edad entre el joven y la señorita. Cuando hay una diferencia de
edades demasiado marcada, muy a menudo en los matrimonios comienzan las
tensiones porque emocionalmente le falta madurez al uno o al otro, y parece que
esa persona no puede crecer, no puede desarrollarse. En quinto lugar, para que
haya unión y comunión entre el joven y la señorita, deben considerar que haya
unidad vocacional. Con esto quiero decir que el joven y la señorita entiendan
claramente cual va a ser el propósito en la vida de ambos, que objetivos tienen en
la vida. Si el joven quiere ser misionero y la esposa quiere vivir como una esposa
millonaria, no puede haber compatibilidad. Porque el misionero nunca va a llegar a
ser rico. Si un joven va a llegar a ser pastor y su esposa odia el pastorado, mejor
que no sigan su noviazgo. ¿Me explico? Y, en último lugar, la unión llegara a ser
física. Debe entenderse la unión física. El valor y lo sagrado del sexo. El sexo es
un medio de comunión en el matrimonio. Busca un amigo cristiano maduro,
casado, normal, para que te aconseje sobre este aspecto vital de la intimidad
matrimonial. Quiero recomendarte el libro Sexo y Juventud. Lo escribí hace poco
tiempo para orientar a la juventud sobre la fuerza, la hermosura y la alegría del
sexo en el matrimonio. En conclusión, para obtener orientación, lee la Biblia a
diario y tendrás así momentos de comunión con tu Creador. El nos dejó su libro
LaBiblia "a fin de que el hombre de Dios sea maduro, enteramente preparado
para toda buena obra" (2 Timoteo 3:1517)

.¡Empápate sus consejos divinos!


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