domingo, 11 de octubre de 2015

EL ORGULLO DEL AMOR - segun el libro: Con quien me casaré?

EL ORGULLO DEL AMOR

En el capítulo anterior comenzamos con la primera pregunta que debes hacerte
para descubrir si es verdadero amor. ¿Recuerdas cual es? La pregunta es la
siguiente: Mi novio, mi novia, este joven de quien pienso estar enamorado, ¿es o
no es creyente de verdad? Dijimos que tienes que responder "¡Sí!" a esa pregunta.
Si tu novio o tu novia no tiene a Cristo en el corazón, ¡despídelo ya! Empieza a
orar por esa persona, pídele a Dios que la salve, testifícale de Cristo, dale buena
literatura bíblica, obséquiale un Nuevo Testamento, pero bajo ninguna
circunstancia debes comprometerte con una persona que no es de Cristo. Aquí
viene la segunda pregunta que debes hacerte para descubrir si tu amor es
verdadero: "¿Amo o no a mi novia(o)? ¿Estoy orgulloso de ella, o me avergonzaría
de presentársela a algún personaje importante?"

Cuando un hombre ama a una señorita, la ama con un
amor que lleva a un matrimonio feliz, un matrimonio que es la voluntad de Dios.
Ese hombre nunca va a considerar a su novia inferior a el. y por eso le aconseje
que la dejase. Tu debes hacerte la misma pregunta si quieres saber si de veras
amas a esa señorita. Recapitulemos las tres preguntas:
1) ¿Es O no es un cristiano verdadero? En una palabra, ¿tiene a Cristo en el
corazón?
2) ¿Estoy orgulloso de ella o me avergüenzo de presentársela a algún personaje
importante?
3) ¿La considero inferior a mi en algún sentido?
Estas son tres preguntas cruciales, y faltan diez todavía. Pero antes de terminar,
en esta sección quiero citarte el versículo de la Biblia que dice: "Amaos los unos a
los otros”. La Biblia dice: "Maridos, amad a vuestras mujeres".

El amor no es una opción en el matrimonio, es la base, el ambiente, la atmósfera, es el aceite que
mantiene al matrimonio funcionando con suavidad. Pero el amor no es algo
imaginario; ya hemos dicho anteriormente que el amor no es el sexo. El sexo es
un medio para expresar amor dentro del lazo matrimonial. Pero el amor se
controla con ciertas leyes y mandamientos divinos. Y estas tres preguntas que te
he hecho hoy son parte de ese equilibrio que viene al amor cuando una persona
tiene que hacer la decisión final. Mi oración es que tu, joven, y que tu, señorita,
que todavía tienes la delicia del matrimonio por delante, y con la posibilidad de un
matrimonio feliz, te hagas estas preguntas y que puedas contestar con sinceridad
ante Dios. El Señor Jesús afirmó: "El que quisiere hacer mi voluntad, conocerá".
¿Quieres honestamente hacer la voluntad de El? Entonces tienes su promesa: ¡tú
conocerás!

- Con quien me casaré . Luis Palau, pags 10 . 11. 12- del PDF

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