miércoles, 30 de julio de 2014

Acerca de la Bendición Financiera

Dios es un Padre Perfecto, un Papá hermoso que nunca abandona a sus hijos.

Si un día decidiste ser su Hijo, ten por seguro que nunca te abandonará.

Sin embargo hay cosas que deberiamos aclararnos en nuestra individualidad, entre estas cosas están las llamadas "Bendiciones Financieras".

Muchos creen que Dios nos ha llamado a ser ricos, millonarios, a llevar una vida pudiente y acomodada, sin embargo y podemos verlo en los registros bíblicos, no todos vivieron entre riquezas.

Abraham, era de por sí un hombre rico, Dios lo prosperó abundantemente y pudo mantener a toda su gente, hijos y demás, vivió una vida muy acomodada para su época, pero en ningún momento esto fue el fin de su llamado, aunque Dios le prometió darle una descendencia incontable y tierras para que viviera esta descendencia.
Moisés no tuvo este mismo camino, es más, cuando Dios le hizo el llamado y Moisés se quejó por su problema con el habla, se dice que era tartamudo, Dios no le corrigió este pequeño defecto sino que le puso un asistente. Sin embargo, siendo Moisés un bebé, fue adoptado por una mujer egipcia quien se encargó de su crianza... Moisés vivía con lo necesario, no más, no menos. Al punto en que cuando ya estaban en el monte Sinaí, Dios mandó a recolectar todo el oro y la plata para la construccion de un templo en su honor, con hermosas telas y las mejores maderas, como era de esperarse para nuestro amado Padre. Sin embargo el llamado a Moisés se hizo para la liberación de Israel y tuvo el privilegio de recibir no solo las tablas con los 10 mandamientos, sino que además recibió otra serie de instrucciones indispensables para la buena vida, mas sin embargo, el pueblo ingrato, impaciente e ignorante en muchos aspectos, tomó nuevamente estos elementos simbolo de riqueza y poder, como el oro y la plata, para crear un objeto escultorico en forma de becerro  y comenzaron a adorarlo. Podemos ver claramente como estas riquezas son corruptibles al igual que toda la materia que nos rodea.
En 1 de Pedro 1, la palabra menciona que la salvación no vino por el oro y la plata que poseemos sino por la preciosa sangre de nuestro seños Jesucristo, recordando que el oro y la plata son cosas corruptibles, perecederas y por su puesto, inertes y por eso no podían comprar este magnifico regalo.
Quizá uno de los riesgos mas grandes es creer que sin dinero no podemos vivir, especialmente en nuestro contexto donde todo se hace con Dinero, todo se obtiene con dinero, sin embargo en la antiguedad era de igual manera, todo ha tenido un precio y gracias a la invención del sistema monetario, pues todo tiene un precio reflejado en ORO. Pero hemos olvidado que inclusive el mismo Jesús enviaba a sus discipulos a dar la buena nueva tal como se encontraban en el momento, sin dinero, sin ropa, sin comida, teniendo la plena FE de que todo eso lo encontrarían, y así fue. 
Lo dijo, "miren las aves, no siembran ni siegan... sin embargo Dios las alimenta... Miren las flores, no tejen ni hilan y ni Salomón se vistió como ellas", no somos acaso mas que estas criaturas?
El Amado Maestro lo dijo tambien cuando en el camino se encontró a un hombre rico, quien al pedirle que vendiera todo lo que tenía y se lo de a los pobres, y asi acceder al maravilloso reino de los cielos, se negó del alguna manera, a lo que el Maestro dijo: "Cuán dificil será para los ricos entrar en el reino de Dios".

No quiero decir con esto que el llamado sea a la pobreza, sino a nuestra riqueza en Cristo Jesús.

Ya compartiste con alguien la palabra hoy?

Ya perdonaste?

Ya pediste perdón?

Ya aprendiste a vivir con lo que Dios te ha dado?

Ya comenzaste a valorar todas esas pequeñas cosas que pasan a tu alrededor que son un milagro?

Ya te aceptaste como eres?

Ya disfrutas los buenos momentos con aquellos que amas?

Ya alabaste a Dios, ya hiciste un momento de reflexión, ya oraste y leiste algo de la palabra?

Bueno, si algo te falta de esto, entonces dejame decirte que estás perdiendo las bendiciones que Dios te ha dado, las verdaderas bendiciones, esas bendiciones que no se corrompen, esas bendiciones que no se dañan y que te llenan el alma y el espiritu más que cualquier otra cosa en el mundo.

Quizá un día y como es natural, perdamos a ese ser querido que tanto amamos, del alguna manera todos llegaremos a ese tiempo, a ese dia triste y obscuro, ese día horrible donde tendremos que despedirnos de alguien a quien amamos. Lo he visto, no hay dinero, ni joya, ni pertenencia que te quite la pena, que seque tus lágrimas o que te devuelva a ese ser amado. Pero la bendición y misericordia de Dios padre nos da la esperanza de saber aunque estas cosas pasen, tendremos paz, tendremos la entereza de afrontar todo eso y ser participes de su inmenso amor.

Recordemos que las bendiciones de Dios son aquellas que traen alegría, paz, tranquilidad, serenidad y nos dan los momentos bellos para poder vivir. Mucha gente adinerada no puede vivir una vida tranquila, por miedo a la inseguridad tan terrible que nos aqueja cada día (a proposito, estoy orando continuamente para que esta ola de violencia se disminuya) y muchos que hoy gozamos de poder salir tranquilos a cualquier lado deseamos tener dinero para comprar cosas o conocer lugares en un tiempo pasajero, para luego, el resto del tiempo que nos queda, andar escondidos y preocupados. Lo he visto. 

Si Dios te ha bendecido con riqueza económica, agradecelo cada día, disfrutalo y compartelo. Asi es Dios de hermoso que quiere ver siempre a sus hijos con lo mejor, pero nunca jamás olvides quien es tu buen Pastor y sus enseñanzas, no sea que la riqueza te consuma, porque ni la más grande sabiduría, que tambien viene de Dios, pero mal administrada en las manos del Hombre, podrá salvarte. lo sabemos por Salomón, quien no solo fué bendecido con la sabiduría, sino también con riquezas, para que al final lo consumiera la idolatría, cuanto dolor debió sentir nuestro Padre.

Vamos, ánimo, que todo pasa pero no el amor de Dios Padre.

Demos gracias al Señor por esas bendiciones diarias, esas bendiciones que nos llenan el corazón de alegría.

Dios les ama...

Gracias.

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