jueves, 2 de abril de 2015

Hoy es el verdadero día del amor y la amistad

Lo digo yo... porqué?

Aquel hombre llamado Jesùs, anduvo haciendo milagros, echando demonios y sanando enfermos, ni que decir de los milagros de multiplicaciòn. Estuvo con toda clase de hombres, los buenos y los malos, reunió a muchos desconocidos, judios y no judios... Hizo su equipo con doce hombres, un equipo que si lo vemos bien, no era del todo fiable, Jesús amó a todos, amó a los que sanó, amó a los que alimentó, amó a quienes lo escucharon y amó a quienes lo traicionaron. No solo fue Judas un traidor, fueron muchos, muchos de los que había sanado, muchos a los que les habló y alimento, muchos de los que vieron lo que hizo, muchos de esos, gritaron: "Crucifiquenle".

Juan 15

12Este es mi mandamiento: Que os améis los unos á los otros, como yo os he amado.

13Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos. 14Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando. 15Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias. 16No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé. 17Esto os mando: Que os améis los unos á los otros.



Que no es esa la verdadera amistad? basada en el amor incondicional, perdonando tantas veces como sea necesario. Recordemos, Jesús tuvo un grupo pequeño, pero no quiere decir que sea excluyente, realmente el grupo era más grande que los doce, Jesús dejó discípulos en muchos lugares, hasta las mujeres le seguían y evangelizaban, las mujeres le servían, y tampoco eran un grupo de féminas idóneas. Pero había algo en todos ellos. Sin embargo el Maestro Confiaba, no a ciegas porque bien conocía sus corazones, confiaba por su inmenso amor. Hasta compartió su última cena (Y esa es la que conmemoramos este Jueves Santo) con quien lo entregaría por unas cuantas monedas de plata (que para la época era mucho).





Hoy todos vamos a cenar con Él, todos podemos sentarnos a su lado, y tomar y comer, Dios nos ama a todos por igual porque todos tenemos el mismo potencial, Él ya sabe lo que hay en nuestro corazón, no podemos engañarle, como el mismo Pedro...  la pregunta es: Lo vamos a decepcionar? 

Demos lo mejor de nosotros hoy, dejemos la hipocresía, perdonemos, estando a su servicio, escuchemoslo y abramos esa puerta para que Él actúe, hoy es la última cena pero no porque Jesús vaya a morir una vez más, sino porque ahora somos nosotros los que moriremos a nosotros mismos. No olvidemos que no lo elegimos, sino que fue Dios, fue Jesús quien nos eligió para hacer lo bueno.

- Dios les bendice poderosamente, disfruten de su familia y sus amigos, amen, rían, lloren, con honestidad, con entrega total, porque de Dios es el gozo y a sus amigos lo comparte.-

y por su puesto, no dejen de orar.... 



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