sábado, 30 de agosto de 2014

El amor - parte 2

Encontramos como uno de los pilares fundamentales dentro del Cristianismo al tan desconocido AMOR.

Cuando decidimos recibir a Cristo fuimos transformados completamente y llegamos a entender que Dios Padre es el amor en su más completa perfección, de hecho, Dios es el Amor.

Dios nos ama y nos ha amado desde siempre y es por eso que quienes decidimos estar con Dios, estamos en el Amor, pues no puede haber quien diga estar con Dios y no estar en el amor. 

El amor se vuelve un hábitat mas que un sentimiento, el amor ya no es algo que se siente sino algo en lo que se vive, vivimos en el Amor. Por eso cuando nos apegamos al mundo y seguimos los caminos del Pecado, nos salimos de ese hábitat donde es la mano de Dios llena de su amor la que nos cobija.

Dice en la carta a los Corintios: "El amor todo lo espera", si, así es, en el amor todo lo esperamos, todo lo bueno lo esperamos y es por eso que Dios confía hasta el fin en que escojamos su camino, espera que lo conozcamos, que lo amemos, le obedezcamos y por su puesto, que algún día estemos con él. Es un buen comienzo esperar las cosas buenas de los demás, ser comprensivos, tolerantes, entendiendo que como humanos, no somos perfectos. Sin embargo, no quiere decir que debemos andar detrás de las personas...

Hay una cosa que se debe entender, amar no es andar detrás de alguien tratando de cambiarle, amar es esperar. Las personas tenemos la libertad de elegir y generalmente por orgullo, pereza o comodidad, elegimos lo que nos parece conveniente y muchas veces elegimos mal.

Cuando amas a alguien y ese alguien no te ama como deseas que te ame, lo mejor es esperar, no a que la persona te ame y mucho menos dejar de amarle, simplemente esperar a que esa persona encuentre su camino en Dios. No debemos olvidar que el único que puede cambiar el corazón y la mente de los hombres es Dios, es Jesús a través del Espíritu Santo.

Orar es una buena manera de manifestar el amor por Dios y también por otros hombres. Orar especialmente por aquellos que no le conocen, orar por aquellos que nos odian, orar por quien nos hace daño y orar porque nuestro amor sea perfecto. 

Un amor perfecto es aquel que espera, pero no para nosotros, sino para los otros. 

Así pues el verdadero Amor espera para Dios porque es Dios el amor perfecto, no deseamos ser amados como ama la gente del mundo, que generalmente solo ama para los placeres, no, nosotros deseamos que sea Dios el amado, que sea ese hábitat un hogar para los demás donde sea Jesús nuestro pastor y la verdad nos haga libres, porque el amor del mundo es imperfecto con promesas falsas, pero el amor de Dios no tiene promesas, porque nada es necesario en ese amor porque el Amor de Dios, lo es todo, porque Dios es el Amor en su completa perfección.

 ♥♥♥♥♥ ♥♥♥♥♥ ♥♥♥♥♥ ♥♥♥♥♥ ♥♥♥♥♥ ♥♥♥♥♥ ♥♥♥♥♥ ♥♥♥♥♥ ♥♥♥♥♥ ♥♥♥♥♥ ♥♥♥♥♥ 

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Corintios 13

No hay comentarios:

Publicar un comentario