Muchas veces me he preguntado sobre ¿cómo será el cielo?
Si sabemos que ni siquiera podemos imaginarlo, no tenemos la capacidad de imaginarlo, porque muy seguramente lo máximo que podemos lograr es asociar el cielo con lo conocido por nuestros sentidos, quizá un montón de bellos paisajes, preciosos atardeceres, lagos y ríos de agua cristalina, bellos e imperecederos jardines florales, hermosas casas, hermosos lugares donde vivir, con aire puro, sin enfermedad, sin necesidades económicas, sin frío y sin calor, sin clases sociales, en fin, pero esto no es más que un apego al deseo del mundo en el cual yo desearía vivir, este mundo, un mundo perfecto, pero el paraíso, el cielo no lo podemos imaginar y promete ser lo mejor que nos ha pasado.
Antiguamente Dios se comunicaba directamente con el hombre, testimonio de grandes encuentros, poderosos, registrados en la biblia, el llamado de Dios era directo, les habló con su voz, - ni siquiera puedo imaginar su voz -. Dios escogía a quien usar para llevar a cabo su propósito y glorificarse, escogió a Abram y lo convirtió en Abraham, escogió a el pastor David y lo convirtió en el Rey David.
Y a través de ellos, Dios les ofrecía la entrada al Cielo, a su Cielo, a todo aquel que quiera entrar, con unos mínimos requisitos... cumplir sus mandamientos, 10 principales y cerca de 600 mandamientos que muestran el modo correcto de agradarle. Muchos? entonces les invito a leer los 5 primeros libros de la biblia y los encontrarán, aunque les dejo AQUI un link para que los revisen. Bien pues Dios es justo y sabio, no hay nada que agregue o quite sin una razón, no todas las razones son trascendentalmente instituidas, la mayoría de las razones por las cuales se estableció la ley son sencillas, pero podemos resumirlas en una: La ley se ha hecho para que podamos vivir bien, en paz, con salud y en abundancia, y así entrar al cielo.
Dios es Santo, y mas sabemos todos que Él es Santo, Santo, Santo, y en su completa y perfecta santidad no quiere que nosotros, un montón de pecadores entremos en su Santo reino, llenos de impureza, mas o menos como cuando la señora de la casa, asea el piso, o manda a que se asee el piso y se pasa un trapero para limpiar la cerámica de la casa, no quiere, no desea, no le parece bien, que vaya a llegar alguien con los pies sucios, con los zapatos sucios y lo manche...
Dios es perfecto y lo suyo es perfecto...
Y entonces, como podemos entrar al cielo siendo pecadores?, pues de cierto les digo que si han cumplido con la ley establecida por Dios entrarán en el reino, porque no han cometido pecado.
Mas nosotros hemos nacido siendo pecadores y ¿cuanto más hemos pecado durante nuestra corta vida, cuantas mentiras, cuantos rencores, cuantos robos y homicidios hemos cometido???, mejor ni hacer la lista para perder el tiempo; mientras aún alcanzamos su misericordía, volvamonos a Él, quien es rápido en perdonar y olvidar los pecados, y generoso en darnos una nueva oportunidad.
Pienso en David, cuantas veces le falló, porque David sabía en su corazón que al único que le fallamos es a Dios, y se volvió a Dios cada vez y cada vez fue perdonado, un adorador, un hombre conforme a Dios. Mas recordemos a Salomón, majestuoso, sabio, Hijo del Rey David, heredero de la promesa, heredero del reino y de la gracia de Dios, falló, falló en la mas grande falta que podemos cometer contra el rey de reyes, fue un idolatra, dejó a su Dios, al Dios de su padre, por esos dioses que le trajeron sus mujeres... a donde te fuiste Salomón?, donde reposa tu alma?, que ha quedado de ti, Salomón?.
¿Cómo vamos a entrar al reino?, ¿qué hemos hecho para merecer entrar en el reino de Dios?, ¿qué estamos haciendo para entrar en el reino de los Cielos?, muchos aun creen que basta con ser bueno, otros creen que basta con alejarse del mal y otros creen que basta con ser cristianos y asistir a la iglesia.
El antiguo pacto ahora no es más que historia, literatura antes nuestros ojos, testimonios de lo que Dios hizo, de sus escogidos y de sus promesas. Pero ahora y por su gracia y misericordia todo se ha renovado, cuando vino su Hijo Jesús, el primero y el último, el cordero sin mancha, ¿cómo estar seguros que no tuvo mancha?, porque Jesús cumplió con la ley, nunca cometió pecado, que¿cómo podemos saber eso?, porque lo hemos oído...
Nuestro deber no es juzgar los planes de Dios, no es buscar los peros a sus decisiones, a su creación, nuestro deber es creer, es agradecer a quien hace su buena, perfecta y agradable voluntad, que aunque no lo merecemos, nos hace participes para su gloria y su honra.
Jesucristo es el camino que Dios nos ha brindado aún a los gentiles para que también podamos llegar al Cielo, pues nuestros pecados, nuestras enfermedades, toda ruina fue redimida con su hermoso sacrificio, hemos vuelto a la vida por su palabra y se nos ha limpiado gracias a su preciosa sangre.
Pero, ¿recibir la salvación es fácil?
La salvación es gratuita, porque no hay nada en el mundo ni en nuestras manos ni en nuestro conocimiento con lo que pudiéramos pagar, ni aun nuestras buenas obras, mas con fe y aceptando a Jesucristo como salvador con el corazón y confesando con nuestra boca que él vive porque resucitó de entre los muertos, podemos salvarnos. Mas todo aquél que recibe a Jesús en su vida debe saber que será transformado, porque vendrá la muerte al hombre viejo para que el nuevo sea.
Así que la salvación viene con transformación, el poder de Jesús se manifestará y el espíritu santo morará en quienes buscan la salvación. Porque el arrepentimiento vendrá gritando a través del espíritu y tan solo existe un camino para el arrepentimiento y no es fácil, y es quizá la prueba mas compleja que jamás hemos afrontado, implica la renuncia al orgullo, la prepotencia y la vergüenza, pues pedir perdón no es un acto fácil, pedir perdón a Dios, a quien se ha herido, a quien se ha robado, a quien se ha odiado, pedirnos perdón... perdonar... olvidar... decidirnos a amar.
Entender que solo en Dios Jehová hay salvación, porque su amor es tan grande que él desea lo mejor para nosotros, entender que solo existe un camino a través de Jesucristo y que cuando lo recibimos nunca nos dejará solos, tal como ha prometido.
Ahora, cuando decidimos ser participes de la salvación, implica que para hacer efectivo dicho enorme e invaluable regalo, recibiendo al espíritu santo y acompañados de la presencia del mismo maestro Jesús, debemos también cumplir con la voluntad del Padre, que lo resumimos en la palabra "obediencia" y dejenme decirles que para ser obedientes no necesitamos que ocurra un milagro, ni que tenga que bajar Dios con una correa, ni siquiera que tenga que acabarse el mundo, basta con leer la palabra y antes de nada entender en lo que nos vamos a meter, porque bien ha dicho el señor que los caminos son amplios y ligeros para la perdición, mas son angostos y pedregosos para la salvación; renuncia a tu ego, renuncia al mundo, a los placeres, al materialismo; pues bien a dicho el señor que para quienes deseamos seguirlo nos es necesario también cargar con la cruz y cargar con la cruz es cargar con el peso de la infamia y la humillación, cargar con el peso de toda acusación que el mundo profiera, cargar con toda culpa, con la discriminación, la vergüenza y el rechazo aún de los seres mas cercanos y con todo ese peso, recorrer el empedrado camino hacia la muerte, pues cargar con la cruz es cargar con la muerte; Quien quiera seguir al maestro no podrá mirar atrás, pues no somos dignos, ya que entre otras cosas, el camino a la salvación también requiere de que AMES A DIOS CON TODA TU MENTE, CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS, Dios ocupará el primer lugar en tu vida, bueno, esto no quiere decir mas que, todo lo que hagas, lo harás como para Dios, cada mañana te encomendarás a Dios pues tu tiempo de vida lo desconoces, cada decisión que debas enfrentar, debes poner primero a Dios y su consejo antes de cometer un error, Dios debe estar presente siempre en nuestra vida, orad en todo momento dice el señor, orad sin cesár, así es, quien mira atrás no es digno, quien mira atrás anhela al hombre viejo, anhela el mundo, cuando el mundo lo único que ha traído son aflicciones y perdición. El que quiere la vida, debe seguir la vida.
Quien quiera ser salvo deberá acogerse a la salvación, pues si ya hemos dado el primer paso que es el arrepentimiento y hemos decidido ser obedientes, debemos saber que el pecado ya no es bien visto por nosotros, pues el Espíritu Santo llegará hasta nuestros huesos a fin de mantenernos limpios, por eso debemos estar atentos y ser astutos como la serpiente, debemos confiar en la sabiduría de Dios Padre para discernir el bien y el mal, pues ya no andamos por nuestros pies ni nuestra sabiduría, YA NO ANDAMOS POR LA CARNE, SINO POR EL ESPÍRITU, porque el control de nuestra vida pasa a manos de Dios y nada podrá alejarnos de su amor, debemos creerle, debemos confiar y entregarnos a Dios Jehová y pelear constantemente por mantenernos en sus caminos, debe ser la prioridad en nuestras tareas diarias, porque el pecado estará buscándonos, viniendo desde los soldados poderosos del mismo infierno para querer llevarnos de vuelta a la perdición, ya lo decía el señor, permanezcan en vela para que no caigan en tentación, pues Dios nos ha puesto en el mundo para que seamos luz y el mismo mundo tratará de apagarnos. Nuestra pelea no es ya contra hombres, porque sabemos que los muertos ya están muertos, mas vendrá el que quiere destruir nuestra alma. Pero les escribo, que todos somos bienvenidos al reino de Dios en el Cielo y que Jesús vino para que tengamos vida y la tengamos en abundancia, para que seamos Libres.
Así que ánimo, no tengan miedo pues aun hay tiempo, no mucho, pero lo hay, vuelvan sus ojos hoy al creador, perdonen para que sean perdonados, abandonen todo camino pecaminoso, pidan al espíritu que les acompañe y les de la sabiduría para entender la palabra cuando la lean (Que debe ser a diario) y por su puesto, tengan FE.
Bendiciones... queridos hermanos
Para referencias, les recomiendo leer la palabra, leer la biblia, si les parece mucho, les dejo una guia de como leerla tranquilamente, oren mucho, estudien mucho y estén preparados siempre, Pues Cristo viene.
como leer la biblia en un año AQUI
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