Bendiciones, querido Hermano o Hermana que lees esto.
Dios tiene una palabra para ti hoy.
Hay momentos en la vida en las que nos enfrentaremos a las actitudes "mentirosas" del mundo.
Recuerda hoy, querido hermano, que Dios tiene un propósito para ti. Siempre el propósito tiene una finalidad, un objetivo y es Glorificar al Padre que está en el cielo. Ese propósito no puede ser rechazado, ese propósito que te ha dado Dios no puedes dejar que te lo arrebaten, inclusive aquellos que comparten contigo en la iglesia, ni tu familia, ni tus hijos.
Cuando Dios te haya dado una visión, un sentir en tu corazón, debes ir por eso, enfocarte y "hacer lo que tengas que hacer". Si sabes que tu ministerio comenzará en tu casa y aún no tienes casa, pues pelea por tu casa, si sabes que quizás es tiempo de renunciar a eso que te aleja de tu camino en Cristo, no lo dudes, hazlo, si sientes que es tiempo de formarte, de aprender más de la palabra, hazlo. Porque hermano y hermana, vendrán aquellos que no ven lo que Dios te ha hecho ver y tratarán de contradecirte.
Lo vemos hoy, tanta gente que no ha experimentado el poder de la palabra de Dios esta enceguecida, sin revelación (2 Corintios 4:3-5), por eso no entienden que lo que está escrito eso se cumplirá (Mateo 24:35), muchos endurecidos de corazón que aún viendo no creen, por eso tenemos tantos hombres y mujeres que guiados por la maldad no ven la gloria de Dios en la creación (Salmo 19), y rechazan la palabra, rechazan la verdad.
Por eso mi querido hermano revistete de poder y ven a Cristo y recibe su unción. y cada vez que venga a contradecirte el "hombre" respóndele con poder: —¡Apártate de mí, Satanás, pues eres un tropiezo para mí! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres. (Mateo 16:23)
Eres un hijo de Dios, que ve las cosas como las ve Dios, pídele al Espiritu Santo por esa visión, y si la tienes, ora y vela.
No te dejes robar la visión, si vienen a decirte que no tienes valor, si vienen a decirte que eso que emprendes no prosperará, si vienen a decirte que tu hijo es un drogadicto sin remedio, si vienen a decirte que tu enfermedad no puede ser sanada, si vienen a decirte que tu matrimonio ya no va más!, si vienen a decirte que van a embargar tu casa, tus bienes; si vienen a decirte que tus finanzas no te alcanzan, si vienen a decirte que irás a la cárcel por tus deudas, si vienen a decirte que tu sueño no vale la pena, parate fuerte, levanta tu brazo y dile:
—¡Apártate de mí, Satanás, pues eres un tropiezo para mí! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres.
Dile con poder (la fe actuando): —¡Apártate de mí, Satanás, pues... mayor es el que está en mi, que el que está en el mundo...
(1 Juan 4:4)
ALELUYA!!!!
M.D.
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