domingo, 13 de abril de 2014

BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR

 

 

La entrada triunfal en Jerusalén

(Mt. 21.1-11; Lc. 19.28-40; Jn. 12.12-19)

11  Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos,
y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo.
Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá.
Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.
Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino?
Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron.
Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él.
También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.
Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: !!Hosanna! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor!
10 !!Bendito el reino de nuestro padre David que viene! !!Hosanna en las alturas!
11 Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce.

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