domingo, 29 de marzo de 2015

Jesús entra en Jerusalén... luego de hacer milagros y señales en otros lugares

Mateo 21 Dios Habla Hoy (DHH)
Jesús entra en Jerusalén

21 Cuando ya estaban cerca de Jerusalén y habían llegado a Betfagé, al Monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos, diciéndoles:
—Vayan a la aldea que está enfrente. Allí encontrarán una burra atada, y un burrito con ella. Desátenla y tráiganmelos. Y si alguien les dice algo, díganle que el Señor los necesita y que en seguida los devolverá.
Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijo el profeta, cuando escribió:
«Digan a la ciudad de Sión:
“Mira, tu Rey viene a ti,
humilde, montado en un burro,
en un burrito, cría de una bestia de carga.”»
Los discípulos fueron e hicieron lo que Jesús les había mandado. Llevaron la burra y su cría, echaron sus capas encima de ellos, y Jesús montó. Había mucha gente. Unos tendían sus capas por el camino, y otros tendían ramas que cortaban de los árboles. Y tanto los que iban delante como los que iban detrás, gritaban:
—¡Hosana al Hijo del rey David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!
10 Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se alborotó, y muchos preguntaban:
—¿Quién es éste?
11 Y la gente contestaba:
—Es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea.



Comienza un tiempo de reflexión, Hoy conmemoramos la entrada de Jesús en Jerusalén, fuera de todo ideal historico o mitico, mi idea de este día es: Jesús entra en nuestro corazón... 
Recordemos que el Maestro sabía de antemano lo que le esperaba en este lugar, seremos tambien nosotros capaces de recibirle como rey, en un corazón destrozado, un templo destrozado, sabiendo lo que ha hecho, pero negandolo todo, no queriendo creerle y al final crucificarlo?... Hoy los invito a recibirle con humildad, con acción de gracias y alabanza, porque sabemos tambien lo que sucedió, lo que fue ofrecido por nuestra salvación... recibamoslo hoy, recibamos a Jesús.

jueves, 26 de marzo de 2015

Consideraciòn sobre el matrimonio

Por: Pastora Sonia Luna


No existen matrimonios perfectos, solamente parejas que desean relaciones correctas. Casarse para intentar arreglar a tu pareja es un error porque sólo Dios puede hacerlo.  Él es la guía en todo proceso, especialmente en el matrimonio. Ni las telenovelas, ni los consejos de las amigas serán una buena guía porque solamente el Señor puede dar fundamento.

Tener el matrimonio en alta estima

Hebreos 13:4 dice: Honroso sea en todos  el  matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

En otra versión  de la Biblia dice: “tened alta estima acerca del matrimonio”. Cuando tenía 9 años, al lado de mi cama, le dije al Señor: “Si existes, si llego a tener novio, quiero que esté 100% entregado a ti, me vea linda y me quiera”. Mi situación familiar no era la mejor y yo estaba muy necesitada del Señor. Mis vecinos eran cristianos y  les llamaba evangélicos cuadrados. Dios me escuchó porque me regaló a Cash que me enseñó a tener el matrimonio en alta estima. Ha sido paciente y amoroso, incluso cuando ni yo misma me aguanto.

Debemos creer  en el matrimonio y por asociación, en la familia. Los jóvenes son apasionados pero no es lo mismo tener novio que vivir con esa persona  y comprometerse por el resto de la vida. Dios te ha regalado el matrimonio y la familia, entonces es tu responsabilidad cuidarlos.  Tu esposo e hijos son tuyos, Dios te los dio y nadie puede quitártelos. Es tu derecho establecer tu hogar y cuidarlo.

Yo tuve que aprender a creer en el matrimonio por lo que vi en mi hogar. Cuando comencé a ir a la congregación decía que no quería tener novio sino servir al Señor. Era un tiempo hermoso empezar la pasión por Dios y enamorarse de Él. Sin embargo, al ver a Cash me dije: “tengo que conocerlo, tengo que hablarle”.  Me apantalló desde el primer día y así  comenzó nuestra relación. Con el tiempo, el Señor comenzó a restaurar áreas de mi vida, incluyendo el concepto que tenía del matrimonio y la sujeción. Para mí era cursi pensar que alguien debía tener autoridad en la relación, pero Dios cambió todo. Me enseñó  a creer y amar. Sólo Él como restaurador puede lograrlo.

Nunca imaginé que esa oración de niña fuera tan poderosa y con el tiempo, Dios lograra llenarme de tanto amor para dar a los demás.  Porque eso es lo que muchas veces nos hace falta, amor que cubre multitud de faltas. No podemos hacer las cosas por nuestras propias fuerzas, si pensamos de esa forma, nos convertiremos en creyentes de letra y no de acción.

La familia es nuestro primer ministerio de amor.  La fidelidad y respeto que le debemos a nuestro esposo no debe hacernos sentir mal o de menos, al contrario, es un derecho que tenemos de alcanzar la felicidad y ser constantes en un compromiso hasta el final. Dios conoce los deseos de tu corazón y sabe qué piensas, por eso vio lo que yo deseaba desde pequeña.  El secreto de una relación conyugal sólida es tener en alta estima el matrimonio.

Estabilidad

Hebreos 13:8 asegura: Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Lo que la sociedad enseña sobre el matrimonio es inestable. Las modas pasan y con ellas lo que se opina sobre la relación entre los esposos.  Por el contrario, Dios es estabilidad que genera confianza. Él quiere que tengas un matrimonio sólido y exitoso,  lleno de  satisfacciones y logros, sin frustraciones. Nos diseñó para tener relaciones interpersonales y ser una sola carne con nuestro cónyuge.  Para que tu matrimonio sea sólido debes reconocer que Dios no varía. Así descubrirás que en la relación se superan etapas pero el objetivo es la consolidación, no la inestabilidad.

Confianza plena

El tercer elemento en el matrimonio es la confianza. Debes creer completamente, no a medias. Cuando Cash y yo éramos novios, varias jovencitas me decían: “Estoy interesada en él y haré todo lo posible por quitártelo”. Era increíble que las mismas líderes de la iglesia me lo dijeran, aquellas que se decía tan entregadas al Señor.

Ese tiempo de noviazgo fue valioso porque puso la base de lo que somos hoy. Ambos debíamos confiar en el otro y tener seguridad en nuestros sentimientos y objetivos juntos. Una relación que pierde la confianza, pierde todo porque el temor es un mal consejero que no te deja vivir tranquilo.  Dios no nos ha dado espíritu de temor y cobardía sino de amor, dominio propio y poder.  Siempre debemos hablar con la verdad y actuar con amor.

1ra. Pedro 3:1 recomienda: Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas.

La conducta es muy importante. Podemos tener mucha palabra en la punta de la lengua pero si la conducta es otra, se echa a perder. Con la conducta ganas más en tu pareja que diciendo versículos bíblicos. En los hombres es admirable la conducta confiada y segura. Una de las cosas que más me enamoró de Cash fue que sabía exactamente lo que deseaba y hacia dónde iba.  No sucedió lo mismo con mi novio anterior que me dejaba decidir todo. No estaba mal pero no era lo correcto.  Las mujeres deseamos tener al lado un hombre convencido a quien seguir, respetar, honrar y admirar.  Pide al Señor que  te ayude a restaurar la confianza en tu pareja, quita esa maldición de la desconfianza en tu matrimonio.

Etapas del matrimonio

Todo matrimonio pasa por diferentes etapas. Cada una con sus dudas y conflictos por resolver. Para lograr superarlas necesitamos la ayuda del señor.

La primera es la del amor joven de los dos años iniciales. En esta etapa se responde las preguntas: ¿Pueden dos personas independientes llegar a ser una?, ¿quién manda?, ¿tu cerebro afecta tu experiencia sexual?

La primera prueba a superar es la acomodación de dos personalidades  y herencias diferentes. Cada persona llega al matrimonio con sus costumbres y manías. Tal vez ella es balletista y él es vaquero pero si pasaron la etapa del noviazgo y decidieron casarse es porque había puntos en común y vivir juntos es un reto que debe afrontarse con paciencia.  La pareja decidió formar un nuevo hogar mezclando sus propios estilos.  Esta etapa se caracteriza por el entusiasmo y excitación, es un ciclo de aventura.  Las personas que han vivido dos o tres divorcios, generalmente se estancan en esta etapa, sólo les gusta el amor joven y no son capaces de fortalecer una relación perdurable. ¡Cuidado! Esta, como todas las etapas debe superarse.

La segunda etapa es la del amor realista de los tres  a los diez años de matrimonio.   Las preguntas a responder en esta etapa son: ¿Puedes seguir enamorado con la realidad que se impone?, ¿puedes escribir un nuevo contrato matrimonial?, ¿se puede edificar un matrimonio a prueba de niños?  En este momento, debemos enfrentar la realidad que supera a la fantasía de los primeros años.

Cash siempre me hablaba de Coatepeque, el  lugar donde vivió pero cuando me llevó a conocerlo, me impactó ya que lo imaginaba diferente.  Luego de los años de acomodación, vemos a nuestra pareja tal como es, tal vez mejor o peor de lo que imaginamos. Ya son visibles las agendas ocultas, las motivaciones más profundas. Todo sale a luz, incluyendo la educación de la familia política, sus principio e ideales, agradables o no.

También nacen los hijos y se comienza a lidiar con el conflicto que implica dividir la atención entre el cónyuge y ellos.  Según el diccionario, el celo es  emoción justa que protege lo nuestro, intolerancia hacia la rivalidad o infidelidad.  Hay personas que llegan a sentir celo por sus hijos, claro que los aman y cuidan pero se sienten relegados, especialmente los esposos ya que las esposas deben dedicarse a ser madres y se concentran en ello.

Hay un celo bueno, elemento puro y legítimo, pero hay otro celo dañino que genera desconfianza.  La Palaba dice que Dios nos anhela celosamente. Debemos aprender a manejar el celo y verlo como una alarma para descubrir que no estamos repartiendo nuestra atención de forma equitativa. Nuestro cónyuge merece un lugar privilegiado por sobre los hijos, el trabajo o los pasatiempos favoritos.

La tercera etapa es la del amor confortable entre los once y veinticinco años de matrimonio. Las preguntas a responder son: ¿Puedes mantener tu identidad individual en el matrimonio?, ¿puedes resistir el síndrome de ahora o nunca?, ¿puedes perdonar?, ¿está preparado para las pérdidas?, ¿quién manda, el adolescente, el esposo o tú?, ¿pueden satisfacer su necesidad de intimidad?

Especialmente el síndrome de ahora o nunca es clave en esta etapa donde la relación se cuestiona y muchas veces surge la frustración que conlleva al divorcio. Equivocadamente se piensa: “voy a intentarlo de nuevo con otra persona, seguramente lo lograré”.

La cuarta etapa es la del amor renovado de los veinte y seis a los treinta y cinco años de matrimonio.  Sus cuestionamientos son: ¿Pueden sobreponerse a las flechas y dardos de la fortuna?, ¿pueden ser compañeros?, ¿es posible recuperarse del dolor por las pérdidas de esta época?  Ahora los hijos  se van a formar sus propias familiar y la pareja de nuevo  se queda sola. Deben redescubrir su afinidad y aprender a disfrutar el tiempo juntos.

La quinta etapa es la del amor trascendente de los treinta y seis años de matrimonio en adelante.  Las preguntas que deben responderse son: ¿Será la jubilación una gracia o una desgracia?, ¿pueden renovar la intimidad?, ¿pueden lograr perspectiva trascendente?, ¿pueden asumir la vida que Dios les ha dado?  Cuando vemos los años que quedaron atrás y decimos nuestra edad, realmente enunciamos los años que ya no tenemos. Los que aún no has cumplido son los que te quedan para disfrutar de tu pareja.

El Señor quiere darte un nuevo rumbo, un nuevo estilo de vida para que aproveches lo que queda por delante y logres lo que deseas.  Lucha por la estabilidad de tu matrimonio, la salud de tus hijos y el amor que debe reinar en tu hogar.  Sé paciente para que haya gozo y paz en tu familia. Debes ser ejemplo para las generaciones venideras. El futuro está en tus manos.  Eres capaz de mejorar tu relación amorosa, intimidad, comunicación de aquí en adelante.

El matrimonio es una carrera preciosa aunque difícil y es voluntad de Dios que permanezcas casado, seas fiel a tu pareja y a tu iglesia. No te alejes porque el mundo no da buen consejo. Pídele al Señor que te ayude a amar incondicionalmente, que el amor en tu matrimonio crezca y se fortalezca.  Aprendan a superar juntos las etapas de su relación y avanzar hacia la vida plena que nuestro Señor tiene diseñada. Pídele que te ayude a creer en  la autoridad de tu casa, que te enseñe sobre el compromiso y la estabilidad para construir un matrimonio sólido que sea la base de una familia feliz.


lunes, 23 de marzo de 2015

3 acciones para activar la bendición de Dios


Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud,
Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.(Marcos 10:46).
Bartimeo no solo era ciego, sino que también era mendigo. Este, tenía dos condiciones, a diferencia de otros, que quizás solo sean ciegos, o que quizás solo sean mendigos. En este caso, eran ambas.
Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! (Marcos 10:47).
Bartimeo supo a quien clamar,  a Jesús, en Él está la solución a toda circunstancia adversa que esté ocurriendo en nuestras vidas.
Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! ( Marcos 10:48).
No puede existir ninguna voz cerca de ti que sea más alta que la voz de fe que hay dentro de ti. Nada puede asfixiar la voz de fe que hay en ti, porque sino, no podrás trascender. Que ni el problema, ni la circunstancia, ni los que te rodean, ni el enemigo, grite más fuerte que la voz de fe que hay dentro de ti.
Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. (Marcos 10:49).
Jesús se detuvo porque este hombre fue persistente y clamó sin importar la circunstancias internas ni externas. Es así como se gana! No se gana nada con lamentarse ni llorar por la circunstancias, se gana cuando clamamos a Cristo.
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. ( Marcos 10:52).
Jesús le dijo, que su fe le había salvado (y esta fe, tambien lo ha sanado, recordemos que no es lo mismo Salvación que sananción, muchos fueron sanos pero no salvos, la Fe de Bartimeo era tal que recibió sananción de su vista y la salvación como lo afirmó el mismo Jesús - Podemos ver que en la versión biblica de la Reina Valera dice: "tu fe te ha salvado" y en la versión de Dios Habla Hoy dice: "Tu fe te ha sanado" ). No dijo que fue la fe de Cristo, ni la oración que hizo él, ni por haber puesto las manos sobre el. Fue la fe del ciego lo que le salvó. Esto lo vemos, porque Bartimeo hizo acciones de fe. ¿Cuales? Veamos:
Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. (Marcos 10:49).
Jesús lo estaba llamando, esto sucede cuando le llamas a Él. Llegará un momento en que Él te llamará a ti.
Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. (Marcos 10:50).






La fe provoca que la fuente que es Cristo, derrame su poder.
Aqui estan las 3 acciones de fe:

1) “Arrojando su capa”: su capa era lo que lo identificaba, aqui el tomo la decisión de dejar esa situación. El ciego, no tenía un plan B. El pudo haber tomado la capa y habersela echado al hombro, pero él sabía que no la volvería a usar más. Esto es lo que significa “ quemar los botes en la orilla”.

2) Se levantó: saber hacia donde uno va. Tener una actitud de actuar. La palabra dice: “Levántate,tú que duermes y te alumbrará Cristo”.También dice: “Levántate y resplandece porque ha llegado tu luz”. Es que tengas esa determinación de moverse.

3) Vino a Jesús: hay quienes se levantan, pero no van a Jesús, sino que van a otro lugar a buscar la solución.La Biblia dice: “Puesto los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe”.
Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. (Marcos 10:51)
Jesús sabía lo que quería el ciego, era obvio. Pero, Él quiere que se lo pidamos para así darle la gloria a Él y porque si le pedimos es porque sabemos que el puede hacerlo.
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. ( Marcos 10:52)


Aquiles Azar.

viernes, 20 de marzo de 2015

jueves, 19 de marzo de 2015

Mas Datos sobre Jesùs, seguro ya lo sabías

Los 13 datos que seguramente ignorabas de Jesús de Nazaret:

Jesús de Nazaret no provenía de familia pobre: Su genealogía y la de su padre putativo, José, se traza hasta la dinastía de David, que fue uno de los hombres más ricos y poderosos de la historia bíblica.


Jesús de Nazaret no nació en un pesebre porque era pobre: Cuando María estaba embarazada, llamaron a un censo a todos los que tuvieran posesiones en Belén (el sitio natal de la dinastía de David. José tuvo que viajar con María a Belén para que les contaran en el censo. Ella se puso de parto y el pueblo estaba tan lleno de gente, que tuvo que dar a luz en el pesebre de una posada.

Los reyes no llegaron cuando nació Jesús de Nazaret : Los Reyes Magos no llegaron a Belén el día del nacimiento de Jesús, ni lo vieron cuando era bebé. Vieron la Estrella de Oriente, entendieron que había nacido el Mesías y les tomó 2 años a sus caravanas de camellos llegar a Belén. Ya Jesús de Nazaret tenía 2 años de edad y lo visitaron en su casa. Como a un rey, le llevaron regalos en oro, mirra, especias valiosas, piedras preciosas e incienso.

¿Dónde criaron a Jesús de Nazaret? : Cuando Herodes ordenó matar a los niños, José, María y Jesús tuvieron que huir a Nazaret, un pueblito casi desconocido, para no ser encontrados. Allí criaron a Jesús.

Jesús de Nazaret no era carpintero: Jesús de Nazaret aprendió y trabajó en la profesión de su padre José, que no era carpintero, sino artesano. Era un hombre físicamente fuerte.







Le enseñaron las costumbres y las creencias religiosas del judaísmo. Como judío, le enseñaron las costumbres y las creencias religiosas del judaísmo. Tenía que conocer bien la religión basada en la Ley porque su trabajo era reformarla y presentar un nuevo sistema de creencias, para redimir a la humanidad de la “maldición de la ley”.

José no conoció a María hasta que Jesús de Nazaret nació: Jesús de Nazaret vino a la Tierra bajo el plan de redención de Dios. Su madre era virgen y José no la “conoció” hasta que Jesús de Nazaret nació porque Dios se quiso asegurar de que el Mesías tuviera una sangre no contaminada con la humana. Después que él nació, tuvo hermanos carnales, hijos de María y José.

La túnica de Jesús de Nazaret era muy valiosa: Jesús de Nazaret vestía una túnica de lino sin costura, de un solo tejido de arriba hacia abajo. Ese tipo de túnica solo la usaban los hombres ricos de aquel tiempo. Era tan valiosa, que después de crucificarlo, los soldados echaron suerte sobre ella para ver quién se la ganaba.

Cuando oraba por un milagro, echaba del lugar a personas sin fe: Cuando iba a orar por un milagro, echaba del lugar a las personas que él percibía sin fe o que estaban declarando algo contrario al milagro.

Jesús de Nazaret oraba a solas: Jesús de Nazaret se retiraba a solas para orar y estar en comunión con Dios. Cuando se narran algunos milagros, Jesús de Nazaret dice unas palabras, pero actúa y da gracias (“Gracias, Padre, porque siempre me escuchas”) como si hubiera orado antes de ese momento.

Llevaba sus mensajes según el nivel de entendimiento de sus seguidores: Jesús de Nazaret era consciente de su propósito, lo que ocurría y ocurriría en todo momento, pero tenía diferentes formas de llevar sus mensajes según el nivel de entendimiento de sus seguidores. Sabía que su evangelio era para todos, judíos y gentiles.

¿Por qué le respondió así a Pilatos? Cuando Jesús de Nazaret inició su ministerio en la Tierra, el Espíritu de Dios en Él era tan fuerte que la primera vez que le preguntaron quién era y Él respondió “Yo Soy”, los soldados se cayeron y se retiraron porque “Yo Soy” lo identificaba como Dios. Por eso, cuando Pilatos le preguntó quién era, Jesús de Nazaret le respondió, “el que tú dices que soy”. Si hubiera respondido “Yo Soy”, hubiera destruido el plan de redención

Sufrió como hombre: Jesús de Nazaret tuvo que comportarse como hombre y no como Dios, para que su propósito se cumpliera: Él sabía que había venido a sufrir y a morir como humano. A medida que el Espíritu de Dios se desprendía de Jesús de Nazaret para que él pudiera imponer su humanidad y padeciera como hombre, Jesús sentía que “el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil”.

Si el Espíritu Santo hubiera permanecido en Él, tampoco se hubiera cumplido el plan de redención. Hubiera sido imposible arrestarlo, golpearlo y crucificarlo. Como cualquier hombre, Jesús de Nazaret se sintió débil, se deprimió, dudó y le pidió al padre que pasara de él “la copa”. Por esa misma razón, dijo en la cruz: “Padre, ¿por qué me has abandonado?”. Él sabía que el Espíritu de Dios se había separado de él y sufría como hombre, aunque eso fuera necesario para su propósito. (Especial El Intransigente)
 
 

miércoles, 18 de marzo de 2015

No puedes renunciar

¡No puedes renunciar!



No es hora de renunciar a tus sueños y esperanzas aun cuando estés enfrentando una situación difícil. Dios tiene la última palabra y esta situación que estás enfrentando no se ha terminado hasta que Dios dice que se ha acabado y Él nunca va a decir que se ha terminado hasta que TÚ ganes. Y lo mejor de todo, Dios va a estar allí contigo para asegurarse de que ganes.

Tú fuiste creado para ser un campeón. Los problemas, las tribulaciones y los obstáculos son algo temporal. No importa lo que está sucediendo a tu alrededor, niégate a aceptar el fracaso y la derrota. Dios tiene planes de victoria y triunfo esperando por ti.
Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús

 2 Corintios 2:14

Acción de gracias

14 Gracias a Dios que siempre nos lleva en el desfile victorioso de Cristo y que por medio de nosotros da a conocer su mensaje, el cual se esparce por todas partes como un aroma agradable.


¿Con qué frecuencia Dios nos lleva al triunfo? ¡Siempre! El ser un triunfador es el plan ideal de Dios para tu vida y tú necesitas resolver eso dentro de tu corazón de una vez para siempre. El aceptar algo menos que el triunfo es conformarse con algo inferior y no es la voluntad de Dios para sus hijos.

Observa que este triunfo no se basa en tu capacidad, sino en la de Él. Es Él el que te hará triunfar. En otras palabras, tú parte es seguir creyendo en lo que Él te ha dicho y el resultado será que obtendrás ese triunfo. El mismo Dios que te ayudará a obtener $ 20, puede ayudarte a obtener $ 200. Y el mismo Dios que puede ayudarte a obtener $ 200, ¡puede ayudarte a obtener $ 2000! La verdadera pregunta es: ¿Puedes tú creerlo?

No te toca tratar de averiguar cómo Dios va a hacerlo. Tu parte es creer que Él puede y que lo hará. Él no miente. No busques excusas para renunciar. Sigue firme en las promesas de Dios que están en Su Palabra. Sigue creyendo que Dios no te defraudará y que la respuesta y el triunfo vendrán pronto.

Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas .

 Proverbios 3:5,6

Confía de todo corazón en el Señor
y no en tu propia inteligencia.
Ten presente al Señor en todo lo que hagas,
y él te llevará por el camino recto.



Va a ser sólo una cuestión de tiempo, pronto verás la respuesta y disfrutarás del triunfo prometido. El favor de Dios siempre viene a los que se niegan a darse por vencido. Si Dios dice que tienes el derecho a triunfar, no te conformes con menos, y disponte a recibir tu bendición.

Es mi oración que nuestro Señor Jesucristo te bendiga en abundancia



Un abrazo
Cary Palmon
 
Te adjunto mi link de Facebook, para que hagas "Me Gusta" y podamos ser amigos.

Like us on Facebook






Un gran mensaje de parte de Cary Palmon. Lo comparto con ustedes.

Dios les bendice poderosamente

miércoles, 11 de marzo de 2015

PODEROSA PALABRA -

OCÚPATE
-Otoniel Font -

El corazón de servir no busca satisfacer su corazón, sino satisfacer el corazón de aquel a quien sirve porque está agradecido. Ninguna de las mujeres de Lucas 8, daba una ofrenda para recibir algo de parte de Dios. Incluso estando Cristo en la tumba, ellas se preguntaban: ¿Qué puedo hacer por el Maestro? Cuando alcanzas ese nivel de entender cuánto te ha amado Dios, esa es la voz que hay en tu interior: ¿Qué puedo hacer?

Como nos muestra la escritura, estas mujeres fueron libres de malos espíritus y enfermedades. Enfermedades y espíritus malos, según las palabras utilizadas en el texto original, se referían a todo aquello que limitaba el alcanzar la máxima vida. La máxima vida de estas mujeres fue servir y caminar con Jesús.

En la Biblia, podemos ver que la mujer del flujo de sangre había gastado todo, buscando sanidad. También, la Biblia nos relata de otras mujeres que fueron libradas, antes de perder todo lo que tenían y, al ser libres, rindieron todo a Cristo. Pero estas mujeres del libro de Lucas, cuando Jesús las libró, lo que hicieron fue servir y caminar con el Maestro.

Servir a Cristo y poner todo lo que te queda a sus pies, eso es ser un verdadero discípulo.

Pero, hay quienes llegan a Cristo y sus vidas, en vez de mejorar, empeoran. ¿Por qué? Dice Mateo 12:43: Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 44 Entonces dice: Me volveré a mi casa de donde salí: y cuando viene, la halla desocupada, barrida y adornada. 45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y son peores las cosas últimas del tal hombre que las primeras: así también acontecerá a esta generación mala.

Ciertamente, hay quienes llegan a Cristo y sus vidas empeoran. Sus casas están adornadas y barridas –lo que representa la obra de Dios en sus vidas – pero desocupadas. La gente ocupa la casa de Dios, pero no deja que Dios ocupe su casa. Hay una ley natural que establece que nada queda vacío; se llena por algo, o por aire. La pregunta es: ¿Quién va a ocupar tu casa? Dios no ocupa tu casa hasta que no procures hacer las acciones y decisiones necesarias para que permitas su entrada.

Las vidas de estas mujeres fueron adornadas, barridas y, desde ese momento en adelante, sirvieron a Cristo, para así asegurarse de no desocupar la vida barrida y adornada que Dios les había dado.

Los que servimos a Dios, no podemos permitir que se desocupe la casa.

Decide hoy que tu casa no va a quedarse desocupada y, para esto, le vas a servir y seguir dondequiera que vaya. Sírvele con tu vida y tus bienes. Ocupa tu vida con Dios. Cada vez que sirves en la iglesia, oras, lees la Biblia, ayudas a alguien, sirves a tu esposa(o) e hijos, estas ocupando tu vida en las cosas correctas.

Por eso, si tienes dudas... ya sabes donde buscar

viernes, 6 de marzo de 2015

Como superar una Adversidad




A propósito, ayer estuvo de cumpleaños este gran hombre.

Y hoy les comparto este delicioso video, preparandonos para recordar el regalo de Jesús que se acerca día trás día.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Preparen el camino del señor

“Preparen el camino del Señor;
ábranle un camino recto. 
Todo valle será rellenado,
todo cerro y colina será nivelado,
los caminos torcidos serán enderezados,
y allanados los caminos disparejos. 
Todo el mundo verá la salvación que Dios envía.”»


Lucas 3

martes, 3 de marzo de 2015

La Gratitud y el reconocimiento.


UNA DECLARACION SOBRE TU VIDA

La experiencia de la salvación va más allá que la experiencia de ser limpiado. Aquellos que regresan, aquellos que sus pasiones ya no se inclinan a lo deshonesto, a seguir el sistema regular de la tradición, de la religión, de la aprobación del mundo, de que sea el mundo quien los declare limpios para ser aceptados en la sociedad, sino que son capaces de darle la espalda al sistema natural para ir a los pies de Aquel que les hace limpios, esos experimentan la salvación. Y esa salvación te ordena dirigirte a una nueva dimensión.
En la historia que hemos estado discutiendo de los diez que son limpiados, y uno solo es declarado salvo porque regresó, lo curioso es que este último era samaritano. De hecho, hay cuatro ocasiones, en el libro de Lucas, en las que Jesús declara a alguien salvo y, cada vez que lo hizo, nunca fue con un judío, aunque sabemos que la Biblia dice que la salvación venía a través de los judíos. No es que los judíos no pudieran ser salvos, sino que, el problema del pueblo judío, era que sus ojos estaban cerrados a la persona de Cristo.
Jesús declara salva a la mujer que lavó sus pies. Esa mujer era rechazada en esa sociedad, se pensaba mal de ella. Jesús, en casa de un fariseo, la declara salva. Lo hace, también, con un ciego, un hombre marginado por la sociedad; con la mujer de flujo de sangre, mujer marginada por su condición, pero que recibió sanidad al tocar el borde del manto del Maestro. La cuarta persona es el leproso del caso que hemos estado estudiando.
En todas estas historias, podemos ver que muchos pueden experimentar la misericordia de Dios, pero no todos experimentan el grado de salvación, esa experiencia transformadora de reconocer que somos salvos, y que hemos sido declarados salvos por Aquel que es el único puede hacerlo. Había toda una multitud alrededor de la mujer de flujo de sangre, pero solo ella fue declarada salva. Igual con la mujer que lavó los pies del Maestro, y con el ciego. Pero, en el caso del leproso, diez recibieron misericordia, uno regresa, y ese uno recibe la salvación.
La experiencia de la salvación no es otra cosa que el experimentar la obra completa de Cristo en la vida de una persona. No estamos hablando de la experiencia de salvación teológica, doctrinal, de un día entregarle tu vida al Señor, o de un día ir a su presencia, la salvación para vida eterna, sino de la experiencia de vivir en este mundo, caminar en este planeta, con el estigma que el mundo te ha puesto, con la declaración de que algunos nunca te van a aceptar, pero con tu cabeza en alto porque hay Alguien que te ha declarado salvo, y por esa salvación que ha sido declarada sobre tu vida, tu vida completa es cambiada y es transformada.
No seas de los nueve que reciben la misericordia. Sé de aquellos que reciben la experiencia de la salvación. 



domingo, 1 de marzo de 2015

SI TE HAS PERDIDO...

SI TE HAS PERDIDO... RETOMA LA VIDA...

La vida de ascensión es tal como se nota, una continua subida... subir la montaña, subir el calvario... No estamos exentos de caer, siempre hay una fuerza o varias que nos jalan hacia abajo... si es el caso pensemos en la fuerza que ejerce la gravedad sobre alguien que intenta subir una montaña, el oxigeno, los vientos, rocas trampa que se pueden soltar, todo para que el escalador caiga. Así mismo estamos nosotros en nuestro camino de crecimiento espiritual, podemos caer, quizá resbalemos, nos devolvamos un poco, pero debemos continuar, debemos seguir en esa batalla diaria de escalar cada instante un segmento más hacia adelante, hacia arriba.

No debemos poner la mano en el arado, no mirar atrás, no mirar hacia abajo, debemos despojarnos de ese "hombre viejo" y recibir, aceptar y luchar por mantener al "nuevo".

Sigamos adelante, confiando en el amor que representa Dios del cielo, ese amor que todo lo soporta y todo lo espera, Él confía en nosotros, nos ama, nos espera, y sabes? ya nos dijo como llegar, nos dio el camino y la llave para entrar, es más, nos acompaña en este trayecto. Ánimo, dejemos atrás lo que se debe dejar atrás y sigamos, recordemos que su amor es inagotable. Levántate hoy y dile: PADRE ALLÁ VOY, lo que no pueda en mis fuerzas lo haré con las tuyas, ayúdame a mantenerme en el camino de la justicia y la santidad de la verdad, en el nombre de Jesús, amén.

Dios les bendice poderosamente.

Efesios 4:24 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)