Cuando un creyente enfrenta una
situación difícil, inesperada, contraria, tiende a buscar cuál es el
propósito de Dios para esa situación, sin darse cuenta que no es que
Dios haya provocado la situación, y que esto sería intentar darle
sentido a una situación que simplemente pasó.
No hay propósito en todo lo que sucede
en tu vida, pero sí hay propósito en ti, independientemente de la
situación, y como hay propósito en ti, todo lo que sucede en tu vida se
tiene que ajustar al propósito de Dios que hay en ti.
Y entonces sí, conforme a su palabra, todo va a obrar para bien para aquellos que aman a Cristo Jesús.
Hay gente que sabe que tiene una misión
que cumplir, sabe que tiene algo que alcanzar, sabe que Dios tiene algo
con ella y sabe que necesita buscar propósito, que necesita entender el
propósito, pero busca el propósito en los eventos. Esta es gente que se
pregunta: ¿Cuál es el propósito de Dios con esto? ¿Cuál es el propósito
de Dios con esta lección? Pero no. El propósito está en ti.
Hay situaciones que ocurren porque tú
las provocas; hay situaciones que ocurren porque Dios las provoca; hay
situaciones que ocurren porque hay gente ignorante. No puedes estar
tratando de descifrar cuál situación tiene propósito, porque el que
tiene el propósito eres tú.
Aunque tu vida, en un momento dado, se
vaya fuera de lo que esperabas, aunque tu vida, por un momento, no haga
sentido, tienes que estar claro en tu corazón de tres cosas: Tienes una
misión que cumplir; hay un propósito de Dios para tu vida; y Dios tiene
planes de bendición para ti.
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